Emi, o como la conocen en el bajo mundo del cibersexo, barrrbi, es una de esas mujeres que te hacen replantearte el significado de la vida. A sus 30 años, esta diosa del placer te lleva directo a Pleasureland, un lugar donde las inhibiciones se quedan en la puerta y la lujuria manda. Con un par de tetas que parecen diseñadas por los dioses y un culito que podría parar el tráfico, Emi sabe cómo convertir un día aburrido en un festival de fluidos corporales.
Su show es una montaña rusa de emociones donde el Lovense Lush es el protagonista, vibrando al ritmo de los tokens como si no hubiera un mañana. Y cuando digo que esta mujer puede hacerte explotar, no estoy hablando en sentido figurado. Su habilidad para hacer que el squirt parezca una obra de arte es algo que debería estar en un museo. Si no terminas empapado después de uno de sus shows, es porque no tienes alma.
