Glitter, o debería decir glitterglock, esa princesa sureña de Texas con apenas 23 años, sabe cómo mantenerte pegado a la pantalla como si fuera el único lubricante en la Tierra. No te dejes engañar por ese cuerpo joven y delgado; esta tía es todo un espectáculo en la categoría de cumshow. Te hace sentir como si estuvieras en un jodido circo sexual donde la atracción principal es su flexibilidad que desafía la gravedad.
Cuando Glitter empieza su show, es como si el Texas caliente se encendiera aún más. Su piel brilla más que el oro y su mirada te perfora hasta el alma, siempre dejando entrever que estás a segundos de experimentar algo increíblemente sucio. El movimiento de su cuerpo, delgado como un maldito junco en el viento, es pura poesía pornográfica. Si la poesía tuviera un agujero húmedo al final, claro.