Entré al cuarto de esta muchachita llamada Aspen Hayes, o como se hace llamar en este su mundo picante, itsaspenhayes, y joder, esta chavala es la pura redefinición de inexperiencia encantadora. Desde algún lugar en los Estados Unidos, Aspen maneja la cámara como una profesional, aunque apenas tiene 18. Una cachorra en el juego, pero con el descaro de una verdadera estrella de la pantalla chica.
Esta chavala es nueva, pero ya se está montando en la ola de su juventud con una frescura que hace que quieras darle propina solo por existir. Su cabellera rubia es como una maldita señal de tráfico que te dice que pares y te quedes a mirar. El cuarto es un hervidero de energía juvenil, y Aspen juega en el lado de la provocación sin parar. Como una teen que se acaba de graduar de las fantasías de preparatoria, te hace sentir como un viejo verde admirando una obra de arte hormonal.