Si alguna vez has pensado que la perfección no existe, es porque no has pasado por la sala de Bridget Jean, alias bridgetjean, la rubia australiana que está rompiendo esquemas desde Queensland. Esta chica es como un koala disfrazado de diosa del sexo, nueva en este juego pero con ganas de jugar hasta el amanecer. Hay algo en su aura de chica tímida que te atrapa, como cuando ves una película de terror y no puedes dejar de mirar aunque te estés cagando de miedo.
La timidez de Bridget es como un juego erótico de escondite: nunca sabes cuándo va a soltar la bomba o mostrar un destello de pura lujuria. Su cabello rubio ondea como la bandera que te dice “aquí hay fiesta, amigo”. No es la típica Aussie gritona que te cuenta historias de canguros mientras te imaginas oír las olas de Bondi Beach. No, esta tía te envuelve en una atmósfera más íntima, casi como si estuvieras en su recámara con las puertas cerradas y un letrero de “no molestar” en la puerta.
