Arina, o como la conoces en el mundillo del vicio digital, almetazorc, es la frescura que viene desde las entrañas de Rumania, donde las chicas parecen tener un doctorado en mantenernos pegados a la pantalla. Solo tiene 18 añitos, casi recién salida del horno, pero ya te hace sentir como si fueras su primer espectador mientras juega a ser tímida. Esa mirada de “recién llegada” te hace preguntarte si de verdad es tan inocente o solo está calentando motores para dejarnos a todos con la lengua fuera.
Con eso de que lleva la etiqueta de “shy”, parece que Arina nos quiere vender la fantasía de la chica buena, pero no te dejes engañar del todo. Detrás de esa fachada de mosquita muerta, hay una energía que te engancha más que el último episodio de tu serie favorita. Además, con esas “smalltits” que sabe cómo lucir incluso mejor que algunas chicas con más experiencia, Arina nos enseña que no hace falta tener un par de melones para saber cómo mantener a la gente al borde del asiento.