Dolly, mi gente, es una de esas joyitas que te encuentras en las húmedas madrugadas cuando piensas que ya lo has visto todo en este mundo de camgirls. Con su username sweetlikedolly, esta belleza australiana de 18 añitos recién cumplidos es una entrada fresca al juego, y cuando digo fresca, me refiero a que su inexperiencia es tan evidente como deliciosa. En cada show, los gritos le salen como si fueran de una peli de terror de serie B, pero le añade un toque curioso a la experiencia. Es nueva, esa etiqueta la lleva con orgullo, y eso significa que a veces no sabe dónde mirar, pero eso tiene su encanto.
Desde las playas de Queensland, esta muñeca aussie te da vislumbres de su vida mientras trata de descubrir qué demonios hace con esa webcam. No esperes un show profesional ni detallado, pero el morbo está garantizado. Su falta de experiencia la hace más auténtica y más real, un poco como ver a Bambi en tacones por primera vez. Su juventud de 18 años la hacen todavía más apetecible para quienes buscan una experiencia más genuina, aunque menos pulida.