Allí está ella, DRH1N11, iluminando las entrañas del internet con su oscura, suculenta y vulgar presencia a los 31 años. Su nombre suena a código secreto para una jovencita traviesa, pero en realidad, es más directa que un consolador en Black Friday.
No tiene mierda de tags, como si necesitaras pistas para saber qué hablar sucio cuando su username, drh1n11, suena como si estuvieras invocando a una diosa del placer informático. Y hablando de invocar, esta musa digital no necesita de etiquetas para hacer que se te suba la presión arterial como si te estuvieras tragando un litrito de tequila sin respiro.