Entrar en la sala de heykenna es como darse un chapuzón en la locura hormonal de los 18 años. Directo desde Nevada, esta joven rubia es como un huracán de energía sexual que te agarra por donde más te duele. Es nueva en el juego y parece que ha decidido ponerse a prueba en cada transmisión.
Lo primero que notarás es su espíritu juvenil, esa mezcla explosiva de inexperiencia con ganas de comerse el mundo, o al menos a quien pague los tokens. La rubia parece disfrutar de su frescura con un desparpajo que te hace sentir como si estuvieras viendo a una chica de al lado, pero en un universo paralelo donde la ropa es opcional. Tiene ese aire de ‘teen en busca de travesuras’ que te golpea como un ladrillo en la entrepierna.