Nana, conocida en el índice de degenerados digitales como w1xll, es la última maravilla de 19 años que se pierde en el sauce, o en la salsa, o donde sea que chingados se haya metido. Esta muñequita es lo que llamaríamos un pedazo de cielo pervertido: flaca como una vara, pero con un par de airbags que te quitan el aliento. Nada más entrar a su sala, te das cuenta de que esto no es un show cualquiera; aquí hay un potencial de jale de paja de primera categoría.
Con su carita de niña buena y esa ropa que apenas cubre lo necesario, Nana sabe cómo atrapar a un incauto. La nena nueva en esto del camming tiene un talento natural para ser la estrella del show. Esa etiqueta de “cute” no es engaño, pero créanme, no es el tipo de “cute” que le presentarías a tu madre. Aquí todo va sobre ruedas con la ayuda de su inseparable Lovense, ese pedacito de tecnología que hace vibrar más que solo la sala.
